Páginas

26.5.20

Nada es tan caro como el tiempo perdido

Hoy estoy aquí, intentando encontrarme después de tanto tiempo. He pensado, he leído, he sentido y he buscado, mucho. Pero nada se compara con hacer. La vida está afuera, si no se manifiesta el mundo interior, sólo acumula y pesa demasiado. Los pensamientos y sentimientos pueden llegar a pesar mucho.
Todos tenemos un llamado a hacer algo, crear algo, y si esto no se lleva a cabo es como estar muerto en vida. Pero ponemos muchos obstáculos por infinidad de razones. Una de ellas es no estar conscientes de que tenemos la responsabilidad de usar el tiempo de vida que se nos ha dado de manera constructiva y útil. Sólo allí podremos sentirnos realizados.
Útil, puede ser muy diferente para cada persona, pero siempre lo que quieras hacer, tu llamado, será útil para alguien. Eso se llama agregar valor y así no sólo servirás a los demás sino que también podrás sustentarte y tener un lugar en el mundo.
Escribo esto aquí, no por querer aleccionar a nadie, más que a mi misma, si no porque me ha costado mucho entender esto. Siempre he cuestionado mucho mis decisiones, deseos y necesidades por no sentirlas valiosas o útiles. Y he tratado de llenar este vacío con tantas otras cosas, evasiones y distracciones sólo porque me produce tanto miedo atreverme a hacer algo, que siempre pensé prohibido o inservible. Casi tanto como para pensar que yo no sirvo para nada.
Ahora todo es más difícil y costoso de recuperar, pero vale la pena y tengo que hacerlo porque ya no cabe, y es momento de crecer.